BIBLIOTECA GERARDO ANKER

El proyecto consta de 450 m2 de intervención y 290 m2 adicionales para la renovación de la Biblioteca del Colegio Alberto Einstein (K-12). La intención arquitectónica fue crear áreas interconectadas con gran espacialidad mejorando y manteniendo la funcionalidad del edificio anterior dentro de sus áreas de investigación y educación. Su ubicación dentro del patio central y cerca de la entrada principal del colegio hace que este elemento arquitectónico se convierta en un ícono dentro de la institución.

La meta del diseño arquitectónico fue mantener la estructura ortogonal existente del edificio, alojar el requerimiento de crecimiento de usuarios y a su vez, generar movimiento a la plaza central del colegio. Este objetivo fue logrado con la rotación de los espacios públicos, girando su geometría hacia el espacio comunal. Esta estrategia tiene como intención generar vínculos visuales entre lo nuevo y lo antiguo.

La transparencia se convierte en la razón de ser del diseño, por lo que la apertura de espacios horizontalmente, la utilización de grandes ventanales y la preservación del atrio –que enlaza el espacio a doble altura en sentido vertical-, se convirtieron en los mecanismos que lograron generar una permeabilidad total, que en conjunto con la iluminación natural, invita al usuario de todas las edades a su estancia.

Las áreas de trabajo fueron establecidas según las distintas edades y según sus relaciones y dependencia en términos de lectura en donde se encuentran puestos de trabajo y de lectura modulares y flexibles a los requerimientos del usuario. Esto generó una suerte de distribución y circulación en donde el corazón de la biblioteca es el área que conecta el espacio vertical y horizontalmente.

El proceso constructivo de remodelación constó en reutilizar la estructura de hormigón armado de la planta baja total y planta primera parcial, eliminando la losa inclinada y las vigas adyacentes del espacio de ingreso inicial, para dar paso al gran atrio central que ha sido configurado con estructura metálica, tanto en la continuación de las columnas de planta baja como en su cubierta. Las áreas añadidas constan de paneles de placa colaborante.

La renovada edificación se identifica con líneas modernas y geometrías de gran apertura, que pueden ser interpretadas como un libro abierto donde la vida de cada alumno está siendo escrita dentro de ella. Esta interpretación se materializa con las letras hebreas Alef, Mem y Taf impregnadas en sus fachadas. El simbolismo de la letra Alef (א) es la primera letra del alfabeto hebreo, la que marca el inicio de todo, la letra con la que comienza la palabra luz, la luz del conocimiento, de la sabiduría. La letra Mem (מ) la letra central del alfabeto que inicia palabras como mejanej, educador o mejkar, investigación. Y la letra Taf (ת) la última letra del alfabeto con la que inician palabras como talmid, estudiante, torá y talmud, que aluden a la enseñanza y a la reflexión o todaá, conciencia. Las tres letras juntas forman la palabra EMET verdad, sí, la infinita búsqueda de la verdad, la permanente inquietud intelectual por comprender más y mejor todas las áreas del conocimiento.