CASA FRANZ

El terreno a intervenir es de pequeñas dimensiones y su dato más relevante, es un desnivel de casi tres metros, entre los extremos de un frente de apenas 15 metros. El lote en sí se encuentra muy forestado con pinos marítimos de gran porte, pero a continuación del mismo, en dirección de la pendiente, el bosque se ralea de forma abrupta de manera que, tratar de preservar los árboles del propio terreno, fue una de las condicionantes de la búsqueda de soluciones.

El desnivel abrupto del lote, la privacidad que éste genera respecto de la calle en buena parte de su frente, y la necesidad de aprovechar la escasa superficie requerida (alrededor de 80 m2) reduciendo al máximo posible las áreas de circulación del programa dado, son los temas que hacen singular a esta casa, con una propuesta estético constructiva similar a las otras construidas por el estudio en Mar Azul.

Como respuesta a estos condicionantes se juzgó conveniente proponer una vivienda muy compacta resuelta en dos plantas que ocupara la menor superficie de suelo para así salvaguardar la mayor cantidad de árboles, observando a la vez, que esta resolución en dos niveles en un terreno de gran pendiente aseguraba el contacto con el suelo de casi todos los ambientes de la casa. Es así que se resuelve el programa dentro de un prisma de planta cuadrada recostado en la pendiente al que se le ha vaciado un cuarto de su volumen, creando un espacio exterior semicubierto de doble altura atravesado por dos pinos de importante porte. Espacio que, por su escala y ubicación en relación con las diferentes áreas de la casa, se transforma en el protagonista principal de esta propuesta.