QUITO

El origen y el desarrollo de una ciudad están marcado por ciertos elementos culturales que hacen factible su existencia. En Quito la geografía y la historia se dan la mano como en ningún otro lugar del mundo, para crear un sincretismo entre la naturaleza y la sociedad; y, por lo tanto, de construcción de imaginarios fundacionales con esta doble matriz, que son la base de estos dos volúmenes de la Colección Quito.

• Las ciudades no pueden existir por sí mismas; originalmente nacen de la relación con el campo y luego se desarrollan en el marco de la red urbana global. Por eso históricamente nacen en los cauces fluviales, en los mares y en el cruce de caminos, que son lugares estratégicos para la articulación de las sociedades y las economías urbanas. En la actualidad su ubicación no depende de las bondades de la naturaleza sino de la producción social del efecto lugar venido de la “conectividad”, lo cual le ubica en el sistema urbano mundial o en la red urbana global.

Quito tiene una estratégica localización en la geografía, que con el paso del tiempo se la conoce como “mitad del mundo”. Esta ubicación conduce al imaginario fundacional de la proximidad y cercanía globales. Por eso la pregunta que lleva el título del Volumen I: “¿Quito, Metrópoli mundial?” busca rastrear los circuitos que articulan la ciudad al mundo, a través de lo que significa la construcción del aeropuerto, de la condición de capitalidad, de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad, de la amplia cooperación internacional, del turismo y del protagonismo de la ciudad y el municipio.

• Las ciudades desde siempre han sido y son los espacios privilegiados de la innovación; en el recorrido histórico encontramos dos momentos importantes a escala internacional: la revolución industrial que permitió la generalización de la urbanización a escala planetaria y la revolución científico-tecnológica en el ámbito de las comunicaciones que condujo al establecimiento de un sistema urbano global. El símbolo en el primer caso fue la ciudad de Manchester en Inglaterra y en el segundo el sistema urbano, ubicado en el Silicon Valley dentro de los Estados Unidos. Es decir, que en la actualidad, las innovaciones no nacen en una ciudad aislada (la crisis de Detroit se explica en este contexto) sino en una red urbana.

El segundo volumen: “Quito, escenarios de innovación” se sustenta en el imaginario fundacional, en este caso venido de lo social, del Centro Histórico como Patrimonio de la humanidad; es decir, que lo nuevo nace de la memoria. O, en palabras de Eusebio Leal, que “Todo árbol grande y frondoso vive de lo que tiene debajo”. Por eso si las raíces son fuertes y profundas, la ciudad florece vigorosa y noble, cambiando en el tiempo. Este es un imaginario muy poderos de la ciudad y que el libro lo recoge como base para la innovación, en los capítulos del gobierno de la ciudad (Ley Distrito Metropolitano), de la planificación urbana (7 planes desde 1942), de la movilidad (Trolebus y Metro) y del propio dentro histórico (renovación y no conservación), entre otros.