| BAQ 2014 |
| CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO |
| ECUADOR |
| MICHELLE HERRERA |
Sobre una de las elevaciones de la ciudad de Quito, se ubica el barrio González Suárez. Un barrio de uso mixto que se caracteriza por una topografía irregular con una vista panorámica de la ciudad y de la cordillera. El lote se ubica en un polo de desarrollo que se caracteriza por su centralidad, accesibilidad a los valles y proximidad a servicios.
CONCEPTO
La propuesta mira muy de cerca dos conceptos de la arquitectura japonesa que permite dialogar con tres elementos: el USUARIO, la ESCALA y la VISTA.
El ‘MA’, un concepto que se incorporó en el desarrollo del edificio que potencia el valor de lo intangible, la intersección y la permeabilidad de los espacios. Estos espacios que no se encuentran ni dentro ni fuera de los muros pero que se modifican cuando el usuario y el entorno empiezan a interactuar en él.
La ‘Profundidad Infinita’, que toma prestados elementos de la ciudad y del paisaje para integrarlos a la composición del proyecto. Existe un diálogo de planos cercanos y lejanos donde se pueden identificar hitos urbanos, culturales y naturales.
ARQUITECTURA
El proyecto se compone por un lobby a doble altura, un local comercial en planta baja, nueve pisos de oficinas y una terraza panorámica en el último piso para áreas comunales (sala de reuniones, auditorio para 100 personas). Se trabaja con un núcleo de circulaciones verticales en la fachada posterior que libera el frente para las área de trabajo. La terraza es un espacio de distención, dinámico y flexible que permite el encuentro de los usuarios con el paisaje y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.
El proyecto trabaja en escalas múltiples que se adapta a las necesidades del usuario desde la escala interior hasta la escala urbana. Los espacios trabajan con materiales nobles como la madera, cuero, mármol y granito que por medio de formas sencillas y su uso en interior y exterior; se crea una cromática cálida que permite al usuario sentirse más cómodo mientras recorre el edificio y explora sus espacios.
DIALOGO URBANO
Se trabaja con una iluminación escénica que enmarca detalles del edificio y la calidez de sus materiales. La torre establece un diálogo con la ciudad al ver y ser vista por la ciudad en diferentes planos y distancias. En un entorno inmediato, se retira en el frente para generar un vestíbulo a doble altura para abrir la calle y reconfigurar el perfil urbano. En un plano más distante, la transparecia del edificio ilumina la calle que se refuerza con una banda de luz escénica que se repite en la terraza. El edificio se proyecta como una lámpara urbana en una distancia media y lejana con el resto de la ciudad.
