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CASA EN LA PLAYA. VIVIVENDA DE VERANEO

BAQ 2010
CATEGORÍA DISEÑO ARQUITECTÓNICO
ARGENTINA
MARÍA VICTORIA BESONÍAS, LUCIANO KRUK.

Esta obra es el resultado de un proceso que se inicia con la construcción de una vivienda en una zona de ese balneario dominada por un denso bosque de coníferas. De ahí la necesidad de contar con esos antecedentes para comprender lo esta casa propone.

 CONSTRUIR EN EL BOSQUE

Proponer alternativas que garanticen la supervivencia de los entornos naturales.

Mar Azul es un lugar que conocemos hace muchos años por esa razón cuando en el 2004 construimos la primer obra sabíamos que teníamos que intervenir en un territorio que a pesar de su gran valor paisajístico nunca contó con un sostén legal que resguardara ese patrimonio de la voracidad de los que lotean con un único  objetivo: sacar la mayor renta de la tierra. Que tampoco cuenta con un código que, comprendiendo la lógica de ese entorno privilegiado, reglamente resolviendo el desajuste entre ese loteo inapropiado y las posibilidades de construir sin que se pierda la calidad ambiental del sitio. A esta situación descripta se le suma como agravante la proliferación de una tipología  “casa pintoresca en un lugar de fantasía”, que paulatinamente va “domesticando” ese bosque, dueño aún, de una potente presencia agreste. Operar en ese sitio significó entonces asumir sus desajustes como un desafío y ver, hasta dónde, los arquitectos podemos hacer un aporte alternativo.

La respuesta fue la proposición de una arquitectura de mínimos recursos tanto materiales como formales, no sólo como elección estética sino como  principio ético de valorización de un uso más racional de los variados recursos disponibles. Esa arquitectura despojada debía incorporarse al paisaje con voluntad de pertenencia, buscando integrarse a esa realidad preexistente. Para que esto suceda es necesario “saber escuchar» lo que el sitio comunica de manera que los primeros acercamientos deben estar libres de prejuicios respecto del mismo para poder captar no solo los datos tangibles y por lo tanto calificables y mensurables, sino aquellas atmósferas que el lugar brinda y que sólo podremos percibir si nuestra mirada está libre de preconceptos sobre el mismo. Esto quiere decir practicar el ejercicio de «ver por primera vez». Considerar los datos, dejarse invadir por esas sensaciones que el lugar suministra e imaginar como el propio proyecto los capitaliza, es fundamental para que arquitectura y paisaje puedan fundirse.

Habíamos practicado este ejercicio (casi como un vicio profesional) veraneando en Mar Azul en reiteradas oportunidades, de manera que valorábamos la potente presencia paisajística de su bosque, las sensaciones que suministran sus continuos cambios en el tiempo, pero además habíamos experimentado el microclima que provee: la atenuación de los fuertes vientos marinos que se producen debajo de los árboles, la sombra constante que estos suministran protegiendo del calor en verano aunque produciendo un ambiente muy húmedo en invierno, y algo que para nosotros fue determinante en la toma de decisiones a la hora de proyectar, el hecho de que bajo los pinos se ve reducida notablemente la cantidad de luz durante todo el año. También sabíamos que el bosque no requiere de mantenimiento, salvo remover la vegetación seca, si no se introducen nuevas especies que rompan esa armonía.

APROVECHAR LO QUE EL AMBIENTE OFRECE

Reconocer este particular micro clima fue determinante, (junto con el bajo presupuesto disponible y la necesidad de mantenimiento nulo de la casa) de las decisiones estético-constructivas que definieron la obra. La necesidad de captar la luz dio lugar a concebir esa primer obra como un “semi cubierto” y resolverla entonces con grandes paños de vidrio que desde adentro posibilitaran vistas en todas direcciones y desde afuera reflejaran el paisaje haciendo que la casa se mimetizara con el mismo. La necesidad de acelerar los plazos de ejecución de la obra y evitar su mantenimiento posterior nos decidió a construir con hormigón a la vista.  La sombra reinante por otro lado nos permitía utilizar este material ya que la misma suministra suficiente protección térmica desde la primavera hasta entrado el otoño. Su acondicionamiento para el invierno no era demasiado relevante (aunque por supuesto estuvo previsto) ya que su uso es muy limitado dada su condición de casa de veraneo. La aislación hidrófuga se resolvió con un hormigón de gran compacidad y con un estudio de la forma de la envolvente  para que la evacuación del agua de lluvia se realizara muy velozmente.

 USAR DE MANERA SENSATA LOS RECURSOS DISPONIBLES

La calidad expresiva del hormigón visto y sus propiedades de resistencia e impermeabilidad ya mencionadas, hicieron innecesario cualquier tipo de acabado superficial, lográndose un bajo costo de ejecución en las terminaciones sin necesidad de mantenimiento futuro. Por otro lado el color y la textura del hormigón realizado con encofrado de tablas de madera resultó de una presencia contundente y mimética a la vez, permitiendo que la obra se exprese en armonía con el paisaje. Es síntesis, una envolvente de dos únicos materiales – hormigón y vidrio – resuelve la integración con el paisaje y da respuesta a los temas formales, estructurales, funcionales, de terminaciones y  de mantenimiento.

Con idéntico criterio la resolución de las actividades al aire libre fue el resultado de realizar la menor operación sobre ese ambiente. Se evitó todo tipo de ajardinamiento no sólo por la comodidad de no mantenerlo sino para evitar dejar expresado límites innecesarios en un paisaje por ahora poco construido, ni sectores contrastantes con las características paisajísticas del este ambiente privilegiado. Nos gusta esa marcada homogeneidad del bosque de coníferas solo interrumpida de tanto en tanto por alguna acacia y pastizales de nuestra pampa que son por otra parte la vegetación dominante en los médanos próximos al mar.

 CONSTRUIR EN LA PLAYA

Nuestra primer obra de hormigón en Mar Azul tuvo buena aceptación y luego de varios encargos de casas con la misma materialidad ubicadas siempre en el bosque, nos llega este pedido de una nueva vivienda también de hormigón pero a pocos metros de la playa. Dudamos, en un comienzo, de la validez de utilizar el mismo sistema estético constructivo, ya que había surgido tan conectado al ambiente que le dio origen, pero finalmente convenimos que podíamos estudiar las adecuaciones necesarias que hicieran factible su utilización en otro muy diferente: los médanos que ponen fin a la playa. Era fundamental optimizar la aislación térmica en un lugar sometido a la intensidad de los rayos solares en verano y en invierno, a un frío húmedo y a fuertes ráfagas de viento y lluvia, El recurso para posibilitar la adaptación fue proponer una vivienda en donde los techos fueran expansiones de diferentes ambientes, realizadas con decks de madera apoyados sobre las losas, de manera que a la vez que permiten el desarrollo de diferentes actividades al aire libre, cumplen el rol de “sombrilla” que protege de los rayos solares (como lo hace el bosque en las otras casas). También debíamos controlar desde la propuesta, el efecto de encandilamiento que dichos rayos producen al reflejarse en la arena. Decidimos que no era conveniente hacer aberturas de piso a techo y que debían estar protegidas por aleros además de tener control sobre su tamaño y posición en relación con el barrido del sol y los vientos dominantes. Con estas premisas fundamentales encaramos el proyecto de la Casa en la Playa.

 EL LUGAR

El terreno de 20m x 47m sobre el que debíamos intervenir se encuentra a escasos metros del médano que pone límite a la playa aunque con una casa lindera de gran tamaño que obstruye en parte las visuales al mar. El resto de las vistas, libres de edificaciones cercanas, permiten el disfrute de una vegetación baja, de acacias y tamarindos, por la que se asoma el mar por un lado y se insinúa el bosque por el otro  El terreno posee la particularidad de presentar en el centro y en toda su longitud a manera de cresta una elevación de casi 3 metros respecto de sus laterales. Esta singularidad y la necesidad de elevar la edificación por encima de la cota natural del lote para tener vistas al mar fueron determinantes de la propuesta.

EL ENCARGO

Los comitentes, un matrimonio joven con tres hijos pequeños, acostumbrados a recibir huéspedes llegaron al estudio requiriendo una vivienda de hormigón, – ya que parece necesitar muy poco mantenimiento, y nos gusta el estilo de las que hemos visto construidas por ustedes- dijeron – necesitamos una vivienda grande con cinco o seis dormitorios y generosos espacios de reunión pero para realizarla en etapas- agregaron. Les sugerimos que, ya que la reglamentación vigente lo permite, evaluaran la posibilidad de construir dos unidades habitacionales independientes: la casa principal de un tamaño que hiciera posible realizarla en una sola etapa y más adelante otra para huéspedes. Conformes con esta propuesta y con la solución estético constructiva que viene realizando el estudio para las demás casas de veraneo en el bosque de ese balneario, los clientes solo condicionaron el proyecto requiriéndonos que sacáramos el mayor provecho de la ubicación tan próxima a la playa para que los ambientes principales de la casa así como sus expansiones disfrutaran de vistas al mar.

EL PROGRAMA

El pedido para la primera etapa fue de una casa con un dormitorio principal con baño privado, dos dormitorios para los hijos con un baño para compartir y una habitación de servicio o huéspedes también con su baño. Estar, comedor y cocina integrados, parrilla y terrazas de expansión, una cochera semi-cubierta y un lugar cerrado como depósito general y guardado de un cuatriciclo.

LA PROPUESTA

Concentramos nuestra búsqueda de soluciones tratando de conseguir acomodar este programa a esa topografía y ambiente particular, buscando las vistas al mar  sin que esto implicara realizar importantes modificaciones al perfil del médano. En relación con el barrido del sol y los vientos dominantes la vivienda debería abrirse hacia el frente orientado al NE y controlar sus aberturas hacia el fondo, orientado al SO y expuesto a fuertes vientos. La fachada lateral, hacia el SE, a pesar de estar sometida a la lluvia y también al viento, debía contar con importantes paños de vidrio para poder ver el mar. Con estas premisas y trabajando sobre el corte transversal del terreno, observamos que si colocábamos la planta principal de la casa como un prisma montado perpendicularmente en la cresta del médano, desde uno de sus extremos conseguíamos vistas al mar, mientras que en el contrario y por debajo, se podía crear una planta de acceso casi a nivel de la calle y en la misma ubicación y por encima de este prisma principal contar con otra planta que bien podía ser el dormitorio del matrimonio y su baño privado con una gran terraza con vistas generosas a todo el entorno. La escalera que por lógica organiza los tres niveles decidimos que se transformara en un lugar protagónico, de ahí su ubicación estratégica y su estudiado tratamiento espacial con un énfasis puesto en la entrada de luz y las vistas que van generándose en su recorrido.

La propuesta de forestación, siguiendo el criterio de mínima intervención en el paisaje, consistió en proyectar unos muros de contención de durmientes de quebracho que ayuden a contener el médano para permitir que vuelvan a crecer los pastizales del lugar.

LA ORGANIZACIÓN FUNCIONAL

Después de salvar la diferencia de altura entre la calle y el nivel de acceso con la ayuda de unos durmientes de quebracho que permiten fijar el médano, se accede a la vivienda a través de un semicubierto (que puede usarse como cochera) donde se destaca un muro de tablas de quebracho formado por los portones que cierran el deposito y guardado de cuatriciclo, y también la puerta de entrada. En este nivel se encuentra un pequeño hall, la habitación de huéspedes con su baño y la entrada interna al depósito y lavadero. Ascendiendo por la escalera entre muros de hormigón se llega a la planta principal de la casa. Ésta cuenta con un estar comedor cocina integrado con expansiones hacia el frente y el fondo del lote y dos dormitorios para los hijos con un baño para ese nivel. En paralelo con la primera escalera se desarrolla la que conduce al último nivel de la vivienda. Por ésta se llega a un pequeño hall desde el cual se puede acceder a una gran terraza al frente y otra hacia el fondo y también al dormitorio principal con su baño integrado. Este ambiente tiene vistas destacadas hacia la playa y a través de una generosa abertura se puede salir a la terraza principal desde la cual puede disfrutarse de vistas hacia todo el entorno.

LA SOLUCIÓN ESTRUCTURAL

Toda la vivienda está resuelta con tabiques y losas de Hº Aª. La versatilidad de este sistema constructivo nos permitió resolver el importante voladizo del semicubierto de acceso al dejar sin apoyo uno de sus vértices, ya que juzgamos importante para el proyecto que no quedaran expresados hacia el frente los tres niveles que la casa posee. También recurrimos a un importante voladizo en el extremo opuesto, donde el médano baja abruptamente, para que la casa se apoye sin modificar su perfil natural.

LA CONSTRUCCIÓN

Se utilizó el mismo tipo de hormigón de las obras en el bosque de Mar Azul (H21 con el agregado de un fluidificante) una mezcla con escasa cantidad de agua que al fraguar resulta de mucha compacidad. Gracias a este procedimiento la calidad expresiva del hormigón visto resultante y sus propiedades de resistencia e impermeabilidad, hacen innecesario cualquier tipo de acabado superficial, lográndose también, un bajo costo de ejecución en las terminaciones y un mantenimiento futuro innecesario. La adecuación del sistema constructivo utilizado en el bosque, a los efectos de optimizar la aislación térmica en este nuevo ambiente, sometido en verano a la intensidad de los rayos solares y en invierno a un frío muy húmedo y a fuertes ráfagas de viento y lluvia, fue utilizar como cubierta final, como ya dijimos, los “deck-sombrilla”. Estos están armados  con tirantes de madera fijados a la losa sobre los que se apoyan las tablas, de manera que entre éstas y el techo de hormigón queda un espacio por el que corre el aire. Por otro lado, para mejorar la aislación térmica de los tabiques exteriores se construyó, en la parte interior, un muro de ladrillos huecos revocado y pintado y además se previó en todos los ambientes ventilación cruzada para que la brisa marina los refresque en los días de alta temperatura y no sea necesario recurrir a sistema de acondicionamiento de aire. Las aberturas, de aluminio anodizado color bronce oscuro, se realizaron de abrir en lugar de corredizas para evitar la acumulación de arena en las guías y se utilizó doble vidrio con cámara de aire para optimizar la aislación térmica. La calefacción de esta vivienda, dado que no existe gas natural en la zona, se resolvió con un sistema que combina salamandra, estufa a gas envasado y placas calóricas eléctricas. 

Los escasos tabiques interiores son de ladrillos huecos revocados y pintados con látex blanco. Los baños tienen revestimiento de cerámica esmaltada en los muros que no son de hormigón.  El piso es de paños de cemento alisado divididos por planchuelas de aluminio. El encuentro entre muros y suelo se resolvió con un perfil rehundido de aluminio a manera de zócalo.

MOBILIARIO

Diseñado por el estudio es una combinación de equipamiento fijo realizado en hormigón y muebles trasladables de madera recuperada de pino canadiense proveniente de cajones de embalaje de motores. Son de hormigón: la mesa, (resuelta como una losa unida al tabique que separa el comedor y la cocina), los planos de apoyo del estar, la leñera, y todos los placares de los dormitorios.

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