CASA GRAFFITI

Se desarrolla en un lote de 180 m2 tercera fila, confinada entre dos lotes y con un frente que mira a las fachadas  posteriores. Esto determina que se plantee un diseño que refleja en su interior el paisaje relajante de un hábitat marino, con un gran espacio abierto alrededor del cual se desenvuelven, recorren  e integran los ambientes , una pileta-cascada de agua y piso de piedrilla blanca como imagen de orilla del mar. Se ubica en el sótano y tiene un techo retráctil de aluminio y policarbonato, que gradúa  la temperatura interior pues a la vez actúa como un solárium para el invierno.  El graffiti constituye un tránsito de color entre el blanco y el rojo, un elemento significativo como expresión plástica que complementa la estética minimalista de la propuesta.